domingo, 4 de diciembre de 2011

No todo está perdido

Nota publicada en el Diario La Capital de Mar del Plata, desde Sevilla

Schwank y Nalbandian, en un partido notable 
FOTO: José Rieiro
(rieiromiami@msn.com)

Por primera vez en cuatro ocasiones, Argentina obtuvo el punto de dobles durante una final de Copa Davis de tenis; en Cincinnati (1981), Moscú (2006) y Mar del Plata (2008) se había perdido. ¿Será esa una señal? Lo único cierto es que Eduardo Schwank y David Nalbandian dejaron atrás, por el momento, la tapa de El Correo de Andalucía -diario local más importante de la ciudad de Sevilla-, que tituló anteayer “Ferrer deja sin aire a Argentina”. Nada más lejano, Argentina aún tiene oxígeno.


Lo del roldanense Schwank no se puede creer. Si bien tuvo al lado a un ícono del tenis argentino como David, sacó a relucir su jerarquía en la modalidad -alcanzó este año dos finales en Grand Slams- y cubrió los espacios tal y como cualquier doblista quisiera hacerlo, sobre todo cuando tuvo que definir en la red. Y no sólo eso: es su primera final de Copa Davis y su equipo estaba match point abajo. Schwank, no hay otra manera de decirlo, fue mucho más que "un pez en el agua".

Por otro lado, ¿qué se puede decir de Nalbandian? A esta altura, ya parece eterno; sólo le falta el título con Argentina. Ambos jamás habían jugado juntos en Copa Davis, pero se complementaron tan bien que lograron minimizar al máximo las principales armas que tienen Fernando Verdasco y Feliciano López en dobles. El dúo español no pudo entrar nunca en el partido. Más allá de haber contado con unas pocas chances de quiebre, Schwank y Nalbandian aprovecharon cada parcela de la cancha y cerraron el encuentro con la misma autoridad que mostraron desde el arranque. El resultado lo dice todo: 6-4, 6-2 y 6-3 y una solvencia envidiable por parte de la pareja argentina. Y, como si fuera poco, Feliciano dijo haber jugado uno de los peores partidos de su carrera: “hoy es uno de esos días en que uno querría desaparecer”.

Claro que la hazaña todavía está lejos. Distinto hubiera sido si Del Potro se imponía el viernes a Ferrer, pero la realidad refleja que España aún aventaja por 2-1. Ahora, todo está en manos del tandilense, que tendrá la oportunidad de la mejor revancha posible: jugar el cuarto punto con Nadal para darle a Nalbandian la posibilidad de cerrar la serie. Situación particular si las hay: de él fue todo el peso de la derrota del viernes, y de él, al cabo, será gran parte de la gloria si logra salvar el segundo match point.

Por @amalfitanopablo, desde Sevilla

No hay comentarios:

Publicar un comentario