Del Potro, tras lograr el bronce en Londres
En el deporte, la línea entre el éxito y la frustración suele ser bastante delgada. Pero en Argentina, esa separación quizá sea más estrecha en comparación con otros países. El resultado parece determinarlo todo, especialmente en los últimos años. Al que triunfa, no se lo discute. El que cae, pese a haber dejado todo, no es más que un perdedor. O un ‘pecho frío’.