sábado, 17 de septiembre de 2011

Un tropiezo que no es caída

Nota publicada en la Revista El Gráfico (CLICK AQUÍ)
 
El Flaco y Pico jamás habían jugado dobles juntos

¿Más dudas que certezas? Para nada. ¿Por qué Serbia se arriesgaría a que Djokovic defina el quinto punto sabiendo que, de perder el cuarto, la serie quedaría definida? Esa es la tranquilidad que tiene ahora Argentina, que lidera la semifinal por 2-1.


El score y las circunstancias que rodean la serie admiten que Del Potro juegue el cuarto punto con Djokovic y que Nalbandian tenga la chance de volver a ser héroe fuera de casa. En caso de que el tandilense caiga con el número uno del mundo, que de hecho sería algo relativamente normal, ¿qué le gustaría más a David que tener que definir la serie? El hipotético quinto punto le daría la posibilidad de jugar uno de los partidos que más disfruta. La presión le sienta bien, más aún en Copa Davis y con el plus de acceder a la final. 


En la previa, el 2-1 a favor al culminar la jornada del sábado era un resultado que sin dudas hubiera firmado cualquier argentino. Sobre todo por lo complicada que se presentaría la serie y por tener que enfrentar al imbatible Nole en Belgrado. Por eso, pese a la lógica derrota por 7-6 (4), 6-4 y 6-2 de Mónaco y Chela -no son especialistas en la modalidad y nunca jugaron juntos- ante Troicki y el supertalentoso doblista Zimonjic (3° ATP), el resultado termina siendo más que favorable. 

Los serbios saben que tienen a Djokovic listo para jugar el domingo -aunque aún presente algunos dolores lumbares-, y también conocen el reglamento: Djokovic no jugó el viernes; los locales pueden elegir en qué punto ponerlo. Pero no quieren riesgos, y tienen muy en claro que Del Potro debe jugar el cuarto punto. Del Potro - Djokovic, una verdadera batalla. El tandilense juega con el score a favor y con la tranquilidad de que, en caso de perder, uno de los jugadores más coperos de la historia de la Davis cerraría el quinto punto. ¿Qué tiene que perder?

Existen también dos estadísticas. Serbia jamás perdió una serie en condición de local, pero tampoco pudo ganar ninguna eliminatoria en la que haya comenzado 2-0 abajo. Argentina, por su lado, jamás ganó los dos primeros puntos en una semifinal de visitante, y eso le da un plus a la serie. Pero las estadísticas son justamente eso, estadísticas. Y están para romperse. La final está en juego.

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