viernes, 8 de julio de 2011

Allá vamos, Djokovic

Nota publicada en la Revista El Gráfico (click aquí)


El condimento perfecto. Uno, al frente y siempre alerta. El otro, cuidándole la espalda. Los rivales, poco y nada. Pero, aún así, se mantuvieron todo el tiempo como un equipo. Eduardo Schwank y Juan Ignacio Chela volvieron a cerrar una serie en el dobles y metieron a Argentina en la séptima semifinal desde 2002. Hay con qué asustar a la poderosa Serbia. ¿Temblará Djokovic?

De gran oficio para jugar en dobles, el Gordo se adueñó de la red durante todo el match. Voleas impecables, reflejos intactos y un gran sentido de la ubicación le permitieron ser el protagonista del punto decisivo. Los mismos recursos que utilizó para ser finalista en Roland Garros junto al colombiano Juan Sebastián Cabal. Claro que, detrás suyo, estuvo el Torino, quien le garantizó tranquilidad desde el fondo de la cancha, donde bien sabe desempeñarse.

Ambos aprovecharon la gran cantidad de errores cometidos por Schukin, que no supo acompañar de la mejor manera el consistente juego de fondo que propuso su compañero Korolev. Siempre que cubrió en la red, desperdició oportunidades cómodas para definir.

Mónaco puso primera frente a Golubev, Del Potro aportó su potencia con Kukushkin, y Chela y Schwank, tras el 6-3, 6-2 y 7-5, ratificaron su gran momento. No se necesitó de los servicios de Nalbandian, un dato poco menor que aporta tranquilidad para el futuro. “Si Juan Martín y yo estamos bien, tenemos grandes chances de ganar en Belgrado”, dijo el Rey, afectado por una lesión en el aductor, pero ansioso por jugar en Serbia.

“Imagino una cancha cerrada, aunque no sé que superficie van a elegir”, dijo Tito Vázquez, que tendrá que implementar una muy buena estrategia si quiere alcanzar la final. Serbia tiene al número uno del mundo, Djokovic, dos singlistas de muy buen nivel como Tipsarevic y Troicki, y un doblista con mucho ruedo como Zimonjic, campeón en Grand Slams y Masters. El equipo que cualquier país quisiera tener.

Una buena opción sería, suponiendo que Nalbandian no esté en óptimas condiciones y que reemplace en el equipo a Chela, apostar todo a los dos singles de Del Potro, al single de David frente al número dos serbio (Troicki o Tipsarevic) y al dobles. Es decir, que el primer día Juan Martín gane su punto ante Troicki o Tipsarevic y que, en lugar de jugar Nalbandian frente a Djokovic, lo haga Mónaco o Schwank para hacerlo llegar lo más cansado posible al domingo. El dobles ideal, pensando que enfrente habrá un bicho de gran experiencia en el rubro como Zimonjic, podría amarse con la garra y el plus emocional de Nalbandian y el oficio de Schwank, que probablemente se contagie de su compañero. Por último, que Del Potro se juegue a matar o morir con Djokovic y Nalbandian supere al segundo singlista serbio. Así, David jugaría sólo el dobles y un single, y no apostaría parte de su físico con Djokovic el primer día.

Todo esto, claro, no es más que una posible solución para ganarle a Serbia, campeón defensor, en su propia casa y con el apoyo de su gente. El desafío es grande. Tanto como la recompensa.

Por Pablo Amalfitano (@amalfitanopablo)

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