Nota publicada en la Revista El Gráfico (click aquí)
El condimento perfecto. Uno, al frente y siempre alerta. El otro, cuidándole la espalda. Los rivales, poco y nada. Pero, aún así, se mantuvieron todo el tiempo como un equipo. Eduardo Schwank y Juan Ignacio Chela volvieron a cerrar una serie en el dobles y metieron a Argentina en la séptima semifinal desde 2002. Hay con qué asustar a la poderosa Serbia. ¿Temblará Djokovic?